Ajolote
En las aguas tranquilas de los Canales de Xochimilco, vive una criatura única en el mundo: el ajolote. Parece un pequeño dragón del agua, con su cuerpo suave, sus patas cortas y sus branquias como plumas que le salen a los lados de la cabeza. Aunque parece un animal de otro mundo, es muy real y muy mexicano.
El ajolote es un tipo de salamandra, pero diferente a muchas otras porque nunca crece del todo. Aunque podría transformarse y vivir fuera del agua, prefiere quedarse en forma de larva para siempre. Por eso, puede respirar por sus branquias, pero también tiene pulmones y puede salir a la superficie si lo necesita.
A lo largo de los años, el ajolote ha sido símbolo de la cultura mexica. Según las leyendas, el dios Xólotl se transformó en ajolote para escapar de la muerte. Su nombre en náhuatl, axolotl, significa "monstruo del agua", aunque en realidad no tiene nada de monstruoso.
Antes, había ajolotes en muchos lagos del Valle de México, pero ahora solo quedan en Xochimilco, y cada vez son menos. La contaminación, la pérdida de su hábitat y la introducción de peces que no son de ahí han hecho que estén en peligro de extinción.
Aun así, científicos y habitantes locales trabajan para salvarlos. Algunos los crían en laboratorios o chinampas especiales, y otros limpian el agua o enseñan a los visitantes lo importante que es cuidarlos.
Mientras nada lentamente entre las plantas acuáticas, el ajolote parece saber que su historia aún no termina. Tal vez, con ayuda, su hogar volverá a ser un lugar seguro y lleno de vida como antes.
